Artículo de Opinión
La deshumanización tecnológica
Cuando somos jóvenes creemos que seremos jóvenes para siempre y la vida es infinita. Olvidamos que la vida es un viaje corto que tenemos que disfrutar al máximo. La mayoría de nosotros desperdiciamos nuestro tiempo en nuestros teléfonos, sabemos lo que sucede a nuestro alrededor; incluso podemos pasar todo el fin de semana en nuestra casa con nuestros teléfonos. Estamos desperdiciando todas las cosas maravillosas que tiene la vida, y le hemos dado un mal uso al teléfono. Nos deshumanizamos cuando nos comunicamos por WhatsApp con una persona y lo que más nos interesa o nos preocupa de ella es que su estado sea, en línea.
¿Qué nos estamos perdiendo mientras estamos en nuestros teléfonos?
Las letras se convirtieron en mensajes de texto; el arte de escribir cartas de amor usando poesía se ha perdido. Nadie escribe una carta, envían mensajes. Al leer una carta es emocionante saber que alguien te escribe lo que siente en sus palabras es especial. Ahora no sabes si copian de internet o si realmente lo dicen en serio. La gente deja de hablar con otras bellezas del lenguaje y se pierde porque las personas comienzan a usar abreviaturas y dejan de escribir bien. No es lo mismo ver a alguien cara a cara que verlo en Facetime o Skype. Mientras ves a alguien cara a cara, puedes abrazarlos, puedes probar cosas nuevas juntos, etc. Ahora las personas miden su autoestima por la cantidad de seguidores y simpatías que tienen y no por la gente tan buena y divertida que son. Solíamos jugar deportes y juegos como el escondite con nuestros amigos en el parque, cuando el arañazo de rodillas era nuestro mayor temor y no nuestro porcentaje de batería.
¿Qué nos estamos perdiendo mientras estamos en nuestros teléfonos?
Las letras se convirtieron en mensajes de texto; el arte de escribir cartas de amor usando poesía se ha perdido. Nadie escribe una carta, envían mensajes. Al leer una carta es emocionante saber que alguien te escribe lo que siente en sus palabras es especial. Ahora no sabes si copian de internet o si realmente lo dicen en serio. La gente deja de hablar con otras bellezas del lenguaje y se pierde porque las personas comienzan a usar abreviaturas y dejan de escribir bien. No es lo mismo ver a alguien cara a cara que verlo en Facetime o Skype. Mientras ves a alguien cara a cara, puedes abrazarlos, puedes probar cosas nuevas juntos, etc. Ahora las personas miden su autoestima por la cantidad de seguidores y simpatías que tienen y no por la gente tan buena y divertida que son. Solíamos jugar deportes y juegos como el escondite con nuestros amigos en el parque, cuando el arañazo de rodillas era nuestro mayor temor y no nuestro porcentaje de batería.
Hoy en día está ocurriendo un accidente y la gente lo único que hace es sacar el celular y grabar en vez de ayudar. Cambiamos bromas e historias para memes y expresiones faciales por emojis. Cuando nos ponemos los auriculares y nos olvidamos del mundo y no vemos la belleza de escuchar la lluvia, los rayos o el hermoso sonido de un pájaro. Hemos estado en nuestros teléfonos todo el tiempo y casas, mientras que extrañamos el momento para ver eventos naturales como estrellas que tal vez no volveremos a ver. A lo largo de nuestra vida, extrañaremos esos hermosos atardeceres, amaneceres y paisajes que nunca volverán a ser de esa forma ni con ese color exacto. La belleza de pedir consejo a tu mamá y no mil personas desconocidas en línea. Imagina cuántos niños recibirán un teléfono para Navidad y cuántos tendrán menos de lo que teníamos nosotros cuando éramos niños. Muchos de nosotros leemos información en internet que ni siquiera sabemos que es verdad en lugar de buscar en libros si podemos estar 100% seguros. Muchas conversaciones, fiestas, reuniones y momentos que se pueden perder por estar en el telefono.
La mala utilización de la tecnología y el constante abuso de ella hace que estemos perdiendo parte de nuestra condición humana. Preferimos observar la realidad a través de una pantalla antes que con nuestros propios ojos. Preferimos juzgar a las personas basándonos en el hecho de que una pantalla de móvil nos indica que su última conexión fue a las 20.08 y no ha contestado a mi mensaje de las 19.21, antes que juzgarlas por cómo nos hacen sentir cuando estamos con ellas cara a cara.
En conclusión, le estamos dando un mal uso al teléfono y nos estamos perdiendo los mejores momentos de nuestras vidas. Es un objeto que puede ayudarnos, pero solo tenemos que aprender a usarlo y usarlo justo cuando lo necesite. Luego comience a ver lo que la vida nos ha dado y disfrútelo, vividlo; porque puede parecer para siempre, pero en realidad es muy corto y también porque no sabemos si después encontraremos algo mejor. Puede pensar que todo esto no vale la pena, pero cuando encuentre algo por lo que valga la pena morir, comprenderá por qué la vida es importante y el tiempo es su decisión más importante.
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